El aburrimiento, la apatía, la tristeza, la desesperanza. . . . nos pueden estar dando señales de que algo no va bien. Las eternas discusiones que llevan siempre a lo mismo, la falta de entusiasmo, el sentimiento de vacío . . . todas estas características, y algunas más, nos alertan, como un pilotito rojo, de que las cosas no están correctamente. ¿Qué hacer? pues o ponemos remedio pronto o iremos a peor.
Todo se obscurece y no apreciamos atisvo de luz.